Gran Zimbabue:Viaje al Corazón de la Historia

A la mañana siguiente, comenzamos nuestra caminata hacia las ruinas. La sensación de estar ante algo tan antiguo, pero tan bien conservado, nos dejó sin palabras. Cada piedra parece tener una historia que contar, y como suele pasar en estos casos, al caminar por las ruinas, no podíamos evitar pensar en cómo habría sido la vida allí. Lo que más nos sorprendió sin duda fue que toda la ciudad se construyó sin usar cemento, el guía nos contaba entusiasmado todos los detalles señalando que las construcciones se mantienen en pie gracias a una ingeniería asombrosa, y que en su momento fue una ciudad con mucha importancia. Mientras nos tomábamos fotos y disfrutábamos del paisaje, vimos algunos elefantes a lo lejos, cruzando entre los árboles, y se convirtió en un momento que jamás olvidaremos. Es cierto que durante el viaje tuvimos muchas ocasiones de verlos, pero la majestuosidad de esos animales nunca te deja indiferente. También hubo un momento de estrés, cuando al girarnos, vimos una mamba negra deslizándose a lo lejos. El guía, calmado, nos indicó que no nos acercáramos para que no se asustase, pero fue inevitable que la adrenalina se apoderase de nosotros por un instante. Afortunadamente, la serpiente decidió seguir su camino y la tensión se transformó en risas nerviosas.

El recorrido continuó por la gran muralla, donde nos explicaron que en tiempos antiguos era el lugar donde vivían las esposas del rey, una zona con unas vistas espectaculares. Imaginar cómo debía ser la vida en ese entonces, con todas esas personas viviendo juntas en un entorno tan imponente nos hizo sentir de nuevo que de alguna manera estábamos formando parte de esa historia que mantienen tan viva hoy en día gracias a los increíbles guías que te la cuentan. Para rematar el día, nos llevaron a visitar un pequeño pueblo cercano, donde fuimos recibidos con la misma calidez que los zimbabuenses nos brindaron durante todo el viaje. Nos enseñaron una danza tradicional y, como si fuéramos parte de su comunidad, nos invitaron a unirnos a su ritmo. Fue un momento de conexión preciosa con ellos. Al final del día, regresamos a nuestro alojamiento, un refugio perfecto con vistas al río Zambezi, ideal para relajarnos después de un día lleno de historia y belleza natural. Gran Zimbabue no es solo un destino turístico imprescindible en un viaje al país, es un lugar donde se siente la historia en cada paso. Estamos seguros de que la paz del lugar y la grandiosidad de sus ruinas son algo que jamás olvidaremos.